No pido perdón por el deseo,
no me arrepiento nunca de estar vivo,
de caminar un instante tan solo
y solo yo en mi soledad
con unas piernas hermosas de muchacha
que se cruzan en mi camino,
o un talle imposible de inventar
o unos ojos como el mar
en que perder
el compás de la vida.
Son apenas una nube
que adorna el cielo,
un matiz diferente
del color,
una nota desmarcada y libre
de saxofón
que atraviesa todo el cielo de la noche.
Son historias sin final
que no tienen principio,
son canciones nunca escritas
ni cantadas,
son poemas sin palabras,
sin rima ni acentuación,
con algo parecido al sentimiento,
una bocanada de agua
o de aire fresco,
que se te instala en la vida
y, al punto, se desvanece.
Estos versos son Sentimiento. Cada imagen provoca una historia. Es como música para los sentidos.
ResponderEliminarUn saludo emorme, Jorge.
..pedir perdon por el deseo es como disculparse por un sueño, aunque sea un sueño que se desvanece, inalcanzable, el solo hecho de rozarlo nos da vida, nos ilusiona, el momento se vuelve mas luminoso, mas colorido.Encantada de visitarte.
ResponderEliminarUna nota desmarcada y libre
ResponderEliminarde saxofón
que atraviesa todo el cielo de la noche.
Eso son tus letras Jorge, viajando espacios y alojándose en los corazones de los que te leemos.
Abrazos muchos.
Para el deseo no hay perdón, sólo gozo. A pesar de lo efímero.
ResponderEliminarComo siempre, pura delicatessen.
Un fuerte abrazo.
Una nota desmarcada y libre de saxofón es lo que me producen tus poemas, es como una canción.
ResponderEliminarEl deseo es inevotable y algo maravilloso, sin él la vida no sería nada.
Felicidades poeta
Un saludito
¡Bravo poeta! Recién llego y ya me pongo a aplaudir. Voy a recorrer toda tu estancia y a disfrutar.
ResponderEliminarUn hermanado abrazo.