para Marta Delgado
Todavía me sorprende
la noche
cuando me asomo a mi ventana
y uno puntos de luz
en un dibujo de silencios.
Todavía busco sueños
para soñar
en el vestido de las horas
llenas de obscuridad
y de recuerdos.
Todavía surge ante mí
la realidad
como un regalo
o como un juego,
como aventura de la sombra
y descubrimiento.
Todavía tengo los ojos de los niños
para mirar
a todo lo que veo
y no acabar de aprender
y no dejar de sorprenderme
por las cosas sin importancia
y pequeñas,
las que la gente deja
a la vera del camino.
Todavía sé hacer magia
y construir castillos
con nada
y destruir murallas
con la fuerza de mis manos;
todavía digo todavía
y viajo sin moverme
y me juego la vida
en un juego de palabras;
todavía tengo ganas de vivir
y de seguir ganándole terreno
a la vida
con lo que sé
y lo que recuerdo,
con los silencios
y sonidos,
con mis días y mis noches.
Todavía... Siempre todavía.Hoy es siempre todavía, decía Machado
ResponderEliminarSi conservas la mirada de un niño, no todo está perdido Jorge, todavía queda mucha poesía para escribir la vida.
ResponderEliminarAbrazos muchos
Ser capaz de ver con ojos de niño,
ResponderEliminares una facultad que no envejece
es mantener despierta la curiosidad
que nos mantiene vivos.
Un abrazo