Mi
viejito pequeño
de
manos arrugadas
y
los pies largos,
que
se asusta por los ruidos
de
aquí afuera,
busca
la voz y trata
de
acordarse del calor
que
había dentro
y
de aprender la piel
de
los abrazos.
Mi
viejito que será
más
joven
y
cada vez más grande,
que
beberá la vida
como
el agua
limpia
de la verdad
y
llegará a ser feliz
y
a hacer feliz al mundo
con
su cuerpo tan menudo
y
tan lleno
con
los días por vivir,
con
las miradas
que
sabrán buscar belleza,
con
los brazos
que
abrazarán la fe
y
el amor
y
la justicia
y
la razón, la compasión, el sueño
de
un mundo cada vez mejor
y
más humano.
Mi
viejito,
nuevo
y arrugado,
quién
te dirá que tus arrugas viejas
serán
como las de hoy,
serán
las
líneas ya escritas
donde
estaban
líneas
por escribir,
serán
cada
una un sentimiento
cada
paso
de
un caminar largo,
cada
silencio lleno,
cada
uno de los besos
que
saben al amor,
cada
palabra
del
poema verdadero
de
tu vida
que
no hace más que comenzar.
esplendido blog de poemas
ResponderEliminarte felicito