desde mi rincón veo
cómo se marcha
un día de agosto
cómo se marcha
un día de agosto
donde acaba la ciudad
y donde empieza
un horizonte con montañas
y molinos
donde las nubes dicen
que la luz se aleja
y va a buscar
otros rincones de este mundo
donde no sea noche
y en
mi rincón un bancoy donde empieza
un horizonte con montañas
y molinos
donde las nubes dicen
que la luz se aleja
y va a buscar
otros rincones de este mundo
donde no sea noche
refugio de enamorados
descanso de vejez
o abrigo
de los versos
que nacen descolgados
con ritmo quebrado
y desnudos
para decirlos en voz muy baja
al atardecer
Magnífico poema que invita a sentarse en ese banco, mirar alrededor...y escribir.
ResponderEliminarmuy bonita, Jorge. me gusta. un saludo
ResponderEliminarTu hija tiene que sentirse
ResponderEliminarorgullosa de su padre
porque es poema precioso.
Un beso