TARDE DE AGOSTO
Cierro los ojos y me enredo
en la
conversación
que tiene el
viento con las hojas.
A lo lejos
corta el aire
el ruido de
coches
de una
autopista.
Y no queda más sonido
para esta
tarde de agosto.
Y no queda
otra cosa que el calor
para llenar
las horas.
El tiempo cae despacio
como el polvo
del camino
cuando lo
llevan
las ráfagas de viento.
Es la tarde, en el intento loco de detenerse...
ResponderEliminarBuenas noches, Jorge.
La tristeza del atardecer recorre tus versos describiendo el dolor y soledad que eso nos provoca.
ResponderEliminarMuy bueno!!!
Cariños...