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viernes, 24 de agosto de 2012

MIRO MIS MANOS


Suelo mirar mis manos
y busco (como en la plancha de un grabado)
las huellas que quedaron en la masa
de la que creció el pan
y encuentro su sabor
y el gusto de la tradición
y del trabajo.

Miro mis manos
y adivino las figuras y la historia
que sacaron al papel,
sin forma y llano,
o a la arena
que se quiso construir
en castillos, carreteras, barcas
o muñecos que enmendaban de la vida
(tal vez la remendaban)
su gesto amable.

Miro mis manos
y rastreo en sus vetas
la madera con que hicieron
estanterías en las que posar
tiempos de vida
o libros en los que beber
el agua de otras existencias.

Miro mis manos
y trato de leer en sus heridas
cada caricia que dejaron en la piel
de una mirada que miró mis ojos,
cada palabra que escribieron
y que se hizo verso,
sencillo e imperfecto,
y que encontré en la madrugada,
en el amor,
en un amanecer lleno de luz,
en el fracaso
o en un ocaso sobre el mar
hecho de fuego.

Suelo mirar mis manos
y se me antoja que en sus líneas
puedo hallar
trazos de mi retrato.

5 comentarios:

  1. Indiscutiblemente las manos declaran nuestra vida.

    Bellísimas letras Jorge.

    Te dejo mi abrazo y deseo de una linda semana

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  2. Tienes esa simplicidad de los grandes en tus letras hermano. Saludos

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  3. Y también hallás poesía...

    Saludos, Jorge. Buen domingo.

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  4. Este es un magnífico poema, Jorge. Te felicito. Gracias por tu comentario y un gran abrazo desde Madrid.

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  5. La poesía brota en los lugares más insospechados. Incluso en los periódicos regionales donde uno menos se lo espera. Me ha encantado este lugar de encuentro. Tiene mucha luz y resulta acogedor. Con tu permiso me hago visitante habitual.

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