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domingo, 10 de octubre de 2010

ESCRIBIR


            El día que me quede vacío
seguiré nombrando las cosas que veo:
mar, viento, lluvia,
tierra, resplandor o vuelo.
Olvidaré los verbos y las conjunciones
y llenaré las líneas de mis versos
con la substancia de los substantivos,
con nombres vacíos y a la vez llenos.
            Tal vez más tarde olvide las palabras
y pediré que me enseñen otra vez las letras;
y las dibujaré en su orden
o en orden caprichoso,
que es lo más humano,
más rico y más lleno.
Y expresaré la risa
con un puñado de ellas;
con otras diré llanto,
amor, vacío o miedo.
            Y el día que no escriba
podré ya morir,
es decir, volveré al silencio.

12 comentarios:

  1. wow! Es muy bonita Jorge!! La foto también me gusta. Imaginaba que la poesía mejor a boli ¿verdad?

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  2. Hola!!!me encantó tu poema, tan arraigado a la palabra, que no poder decir equivale a morir. Un abrazo

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  3. Muchas gracias, Susana. Me encantan tus mensajes y me encanta abrir el blog y encontrar uno nuevo. Sólo por tus mensajes (y algunos otros) ya me merece la pena seguir escribiendo. Muchos besos

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  4. Muchas gracias, Claudia, por el mensaje y por hacerte seguidora mía. Un abrazo

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  5. Ojalá que nunca tuvieramos
    que sentir el vacío
    la soledad o el miedo
    ni el llanto, ni el dolor
    ni la injusticia...
    Pero sé que eso es imposible
    porque cohabita todo ello
    con lo humano.
    Mientras tanto tratemos
    de escribir el verso
    de belleza lleno.

    Besos

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  6. No existen vacíos cuando uno tiene el arte de lidiar con las palabras, siempre habrá algo que te mueva, que se encierra en cada detalle, en cada sentimiento, en cada talle.
    El poema llena, de por sí.
    Un saludo

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  7. Gracias, Marisa, por tu comentario. Ahora bien, eso no es un comentario: es un gran poema. Besos

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  8. Gracias, Mimosa, por tu comentario y tu seguimiento. Entré en tu blog y me gustó mucho lo que leí. Te sigo. Un saludo

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  9. Y el día que no escriba
    podré ya morir,
    es decir, volveré al silencio.


    Amigo mio: Es verdad que escribiendo nos hace sentir vivos, pero si alguna vez nos dormimos en la página del día anterior, debemos despertar entre las estrellas y desde ellas visionar el recuerdo mezclaando con la frescura de nuevas auroras; con esta pócima nunca fenecerán. Las palabras dormidas en papel o en el viento, siguen latiendo. A esto se le llama seguir vivos en la palabra, ya que también en el silencio se escriben renglones con tinta de recuerdo.

    Hay días que no escribimos para reposar el amor.

    Un cariñoso saludo.

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  10. Muchas gracias, Rosa María, por seguir mi blog y por tu comentario. De tu reflexión, me quedo con ese vivir en la palabra y vivir/escribir en el silencio. Cada uno con su faceta del ser no menos plena.
    Un saludo

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  11. Suprimiendo el último verso, confío en que si ese día llegase, no olvidases el poema.
    Un gran placer.
    gracias

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  12. Muchas gracias, Txema, por tu comentario y por tu seguimiento

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