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viernes, 1 de octubre de 2010

CADA VEZ QUE VOY AL MAR




            Cada vez que voy al mar
tengo tanto por ver
que siempre me sabe a poco.
Tengo más aire del que
pudiera jamás medir
con mis palabras.
Y la costa se me pierde
a uno y al otro lado
hasta que pueda parar de imaginar.
Y tanto más
si me vuelvo tierra adentro.
Y, en fin,
tengo la inmensidad
justo delante de mis ojos:
agua verde y agua azul,
agua negra y agua blanca;
agua llena de vidas
y caminos,
en cada gota una historia
y, más allá,
en cada costa que puedo soñar
mil moradas
y maneras de vivir.
Si un día me hago a la mar
sin anclas y sin amarras
pudiera llenar mi tiempo
por vivir
y faltaría cien veces
otro tanto.

1 comentario:

  1. La mar. A mi también me encanta, me sabe a casa.
    Lo de las fotos da un toque.Me gusta mucho.

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