I: NACER
Escribo letras de un nacer inmenso
que se insinúa, crece,
se extiende a toda vista;
hace grande la esperanza,
se dibuja en cada cosa y cada instante
y la toca de gracia y de vida:
amanece.
II: Y NO AMANECE
De repente
el día se volvió noche
y dejó de amanecer por un instante;
cesó la luz de hacer boceto
de todo lo que hay
y se volvió ceniza;
ceniza y niebla, día triste
que más parece tarde del invierno
que se deja morir
en medio del cansancio:
dejó de amanecer y no amanece.
III: AQUÍ ESTÁ EL DÍA
Aquí está el día:
cerca de mí, en mí, nacido
del suelo que yo piso;
mientras en las alturas
permanece una noche gris
como manto extenso,
sin transición y sin fracturas;
y en la ventana yo
hago un boceto con palabras
y espero la ventura del vivir,
la vida que me toca.