LOS BARCOS

A Tino

            Inventamos una historia

a cada uno de los barcos

diciembre y yo

y esa luz distinta

que se marcha con la tarde.

            Navegamos a otros puertos,

a otros días, a otros mares;

dimos rumbos al timón,

dimos manos a las redes,

ojos a las estrellas

y oídos al rumor del mar

que siempre había de contar

narraciones siempre nuevas.

            Dijimos navegaciones

que habían de llevar

a costas adonde el mar

había siempre de llegar

de un color verde

como de ojos claros,

donde el cielo

siempre había de ser azul,

donde la forma del vivir

sería siempre diferente.

            Escribimos en aquel puerto,

sobre las horas de la tarde,

contra el sol a contraluz

dibujando las siluetas

de los barcos,

diciembre y yo un juramento

de la vida de verdad,

del sueño hecho de viento

que hincha las velas

de futuro y de aventura.