No inventes todavía
la luz de la mañana,
no digas de corrido
el otro abecedario,
el que se saben todos
los que no son nosotros.
Entrégate a mis manos
e invéntame tu piel
para olvidar aún
que al final será el fracaso,
que siempre habrá resquicio
por que penetre el mundo
e irrumpa en nuestro tiempo,
y nos calle el silencio
que sabemos decir juntos,
y nos rompa las sombras
que tú y yo acostumbramos,
e imponga las palabras
que supimos olvidar.
No inventes todavía
el tiempo
que no sea imprescindible,
no digas la verdad.
bellisimo poema nos regalas, esta asturiana te da infinitas gracias por hacernos participes de su belleza y te manda un besin.
ResponderEliminarMorí por un instante largo...Este es uno de los poemas más bellos que te leí. Y se lee con todos los sentidos. No sé, diría tanto, pero estoy resucitando...
ResponderEliminarUn gran saludo, amigo, poeta Jorge.
En tus palabras está la clave de la felicidad y el camino hacia ella.
ResponderEliminarGracias por hacernos ese regalo!!
Abrazos!!
Emicionante y sentido poema. Me gustó.
ResponderEliminarSaludos
Felicidades.
ResponderEliminarMe gustó muchísimo.
Un abrazo, Jorge.
Que hermoso poema Jorge, me ha evocado la frase aquella que decía:
ResponderEliminar"Que no se rompa la noche
que no llegue la mañana"
Abrazos amigo.
Leerte hoy, es parar con nuestras manos las manecillas del reloj y llenar de vida los silencios...
ResponderEliminarDios, es tan hermoso...
Abrazos, Jorge.
que se detenga el mundo, ante el poema.
ResponderEliminarexcelente, Jorge.
abrazos
"Entrégate a mis manos
ResponderEliminare invéntame tu piel"
Estos dos versos son una auténtica joya.
¡Qué preciosidad! Felicidades.
Un abrazo.
Hola!
ResponderEliminarQué bonitos versos inventados para no inventar con demasiado acelero.
Un beso.
Hola Jorge.
ResponderEliminarMuy bello, no inventemos nada ,o si hagamos de nuestra mente la despensa del deseo.
precioso poema. gracias,
Un abrazo .
Aloe.