Voy dejando mi vida llena
de versos rotos,
de poemas que se esfuerzan por nacer
y van quedando
en el suelo arrugado de las palabras.
Kilómetros de papel he recorrido
para llegar a algún final
y sigo siempre
en el mismo punto de mi partida.
Aprendo cada día los sonidos
y las letras y aprendo
a leer de nuevo y a escribir.
Luego entiendo
que las palabras no nacen para la voz,
sino para los sentidos.
Y hago el ensayo
del sonido de los versos,
del olor de los adjetivos
y, siguiendo el tacto de las conjunciones,
me adentro en el sabor de los substantivos.
Y, cuando ya lo tengo todo
y nada parece imposible,
tropiezo en la sintaxis de las cosas que pasan
y en la morfología de los sentimientos
y en esa tozudez que tienen los versos
para no decir ellos
lo que yo dentro digo.
Y entonces caigo sin remedio
con las rodillas en el suelo
y puñados llenos de versos rotos
que no puedo salvar
ni sé volver a unir.
Y entonces me da por pensar
que mañana habrá más versos
y algunos tal vez pueden
nacer enteros.
En algún momento lo que tienes para decir , sale y son esos versos maravillosos que leemos, como este...
ResponderEliminarSaludotes grandote, Jorge.
A veces es tanto lo que se tiene para decir que los versos no se pueden acomodar a tanta rafaga de sentimiento y nacen rotos, quebrados, o dolidos.
ResponderEliminarMe ha parecido una genialidad la idea que trabajaste en este poema.
Abrazo.
Morfología de los sentimientos, ellos que cambian de forma, que nos toman, sentimos, anhelamos, soñamos, a veces reímos, otras lloramos y los versos se atragantan, se esconden, se aprietan, se agolpan, hasta que un dia, por una pequeña brecha irrumpe tempestiva, la poesía, como la que hoy escribes, dibujando tu interior lleno de pasión y búsqueda.
ResponderEliminarPreciosa, Jorge.
Abrazos
Escribir sobre la escritura, magnífico poema has hecho!
ResponderEliminarNo lo dejes de intentar, a veces los versos rotos son los mas sentidos, los que se negaron a salir y lo hicieron a empellones y así frágiles como son, se rajan y vos te quedás mirando ese puzzle de palabras que por dentro estaba tan bien y ahí sobre la hoja es un mamarracho.
Ese mamarracho es como el patito feo, cuando crece termina siendo un cisne :)
Besos.
Joder, que bueno. Creo que este si te permitió transmitir lo que sientes dentro....
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. Mi enhorabuena.
Feliz tarde.
abrazo.s
Cada día aprendemos a leer y escribir nuestros sentimientos...a pensar en nuevas formas de transmitir aún mejor, con más ganas, con más lucidez.
ResponderEliminarNo creo que se rompan los versos (quizás nosotros) y éstos tuyos están muy enteros, llenos de unas infinitas ganas de superación emocional y por supuesto nos llegan muy adentro, eso no te quepa duda.
Un abrazo.
Mañana habrá más versos, sin duda. Bellisimo!
ResponderEliminarTe mando un abrazo enorme, feliz fin de semana.
Esperanzas en el silencio de las hojas
ResponderEliminarSe me había pasado esta entrada. ¡Me descubro ante usted! Lo he leído dos veces, bueno, lo he saboreado. Excelente, amigo.
ResponderEliminarSaludos
Y llega mañana...y el poema, nace con la fuerza de estos "versos rotos".
ResponderEliminarMaravilloso Jorge, un abrazo.