Seguidores

viernes, 14 de enero de 2011

CANTANTE DE LA CALLE


            Quisiera ser cantante en Pont des Arts,
perderle el miedo a mi palabra
y a mi voz desaliñada
que no entiende de armonías
y quiere hablar pero escondida
detrás de una guitarra.
            Quisiera hacerme de la calle,
de la mañana fría,
de gente que viene y va,
del tiempo que no es de nadie;
de un café con leche
que es la mejor conquista
al cabo de las notas
entre las manos frías.
            Quisiera vivir cada momento
sabiendo que nada es mío
y que yo soy del tiempo,
en un mundo de asfalto
y de verdad
en que soñar
no merece la pena,
y sí cantar
y sí la libertad
y sí la vida y la palabra.

miércoles, 12 de enero de 2011

CON UN CUATRO Y OTRO CUATRO


Con un cuatro y otro cuatro
se hace una pequeña historia,
nada serio, nada grande,
que con sobrevivir la vida
para mí está de sobra.
            Anduve algunos caminos,
conocí obras y gentes,
me leí algunos libros,
amé algunos amores,
viví días diferentes.
            Aprendí algo de latín,
luego aprendí a enseñarlo;
viendo crecer mis alumnos,
día sí y día también
cumplo con mi trabajo.
            Cuando las fuerzas flaquean
me voy a buscar el mar
o un cielo bien estrellado
o rebusco en mi memoria
ciertos rincones amados:
Trafalgar, Illa Pancha,
Valdevimbre, Isla de San Luis,
Viego, Jardín del Moro
o la vista de mi ventana,
que en días azules o grises,
haya sol, nubes o lluvia,
es mi mejor atalaya.
            Y no creáis que arrío velas:
mi barco está en alta mar;
quedan días por sentir,
queda mucho por andar,
versos por escribir
y bizcochos que hornear.
                        (Vamos, digo yo)

viernes, 7 de enero de 2011

ESPERANDO LA OLA


            ¿Qué piensa el hombre solo
que, en medio del mar,
espera la ola?
            Lee los latidos del agua
y fuerzas que nadan bajo su piel
y el nombre de la soledad
grabado en letras de espuma
frente al sabor de la sal
que inunda ojos y labios
y el tacto también de su tabla.
            Y ella tiene
el frío que tiene sólo el mar
y tersura de mujer mojada.
            Tiempo lleno de esperar
y un instante hecho de silencio,
la vida bebida de un trago,
después la calma
y volver a comenzar.

martes, 4 de enero de 2011

EL FINAL DEL SUEÑO


            Vienes a mí envuelta en los restos de la noche
con el calor sincero que mana del final del sueño,
sin tiempo que perder en darse prisa
o abandonar el lecho acostumbrado a nuestros cuerpos.
            Vienes a mí vestida de sombra y de mañana,
con la piel estrenada de pan recién hecho,
con la boca vacía de palabras
que tuerzan la sinceridad de tu silencio.
            Y yo vuelvo a dormir las últimas caricias del sueño,
me baño en el frescor de estrenar una vez más la vida,
sin ojos para ver el mundo que nos queda lejos,
sin otro afán que contemplar la verdad dormida.

sábado, 1 de enero de 2011

UN POEMA ARRUGADO


            Hoy de cierto me senté encima de un poema,
pero el hecho tiene menos mal porque era mío.
Por su parte, se quedó algo arrugado,
azorado y creo que en su orgullo herido.
Pero yo puedo decir en mi descargo
que, si yo le hice saber hoy de mi peso
corporal, del otro ya voy servido:
tiempo y tiempo de trabajo, horas de insomnio,
llamadas a cualquier hora o cualquier día
y, si yo quise decir una vez blanco,
alguno de ellos por su cuenta dijo gris.
Palabras del amor o de la vida
mas también versos de muerte o de miserias;
millares de palabras, palabrería,
mares en que ahogar el tiempo,
las fuerzas y hasta la alegría.
Al final, después de despotricar,
lo tomé y lo estiré con gran cuidado,
anoté el bosquejo de algún otro
y lo guardé en mi cuaderno de escribir.