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jueves, 30 de septiembre de 2010

TOMARÉ LA TIERRA


            Estoy lleno otra vez
porque vacié las arcas
donde guardo las palabras.
Estoy grande y sencillo,
con los ojos de un niño
y dispuesto a la vida.

            Día llegará
en que mi tesoro se haya terminado.
Vacío y tranquilo
tomaré la tierra
como traje nuevo
y aprenderé sin miedo
la nueva vida.

lunes, 27 de septiembre de 2010

EL PARQUE


Vivo con ventanas a un parque
y se mueven pedazos de vida
a cada momento ante mí.
Desde mi atalaya
veo gente que corre,
que juega y que late,
que quiere y se enfada,
que encuentra y camina
y se deja escribir
hasta que se aleja por siempre de mí.
            Y de vez en cuando
voy yo a pisar la hierba
con los pies descalzos,
y ruedo y me pierdo
suspendido de cualquier olor,
mientras de alguna ventana
me miran, me inventan,
me escriben
y me dicen adiós.

sábado, 25 de septiembre de 2010

LA VIDA EMPIEZA TEMPRANO


            La vida empieza temprano
y termina tarde:
por más que yo madrugo
siempre me está esperando,
por mucho que yo trasnoche
ella se despide de mí.
Siempre vela a la vuelta
de cualquier esquina,
o me hace un sitio en las calles,
en el tiempo, en el aire:
siempre termina tarde
y empieza temprano la vida,
siempre se acuerda de mí.

LO QUE ME DA LA VIDA


            La luz de los crepúsculos
no está en los diccionarios;
cartas de color no bastan
para pintar el paso
de la primavera;
en los encerados
no cabe el vuelo de un pájaro;
no hay teorema que explique
las ganas de llorar.
Hay tanto que aprender
y es tan corto el tiempo
que me da la vida.

MI SUEÑO


            Cuando amanezca
y se vayan al fin la noche y sus sombras,
yo tomaré tu mano,
te llevaré a mi sueño,
desandaremos juntos mares revueltos,
y, hasta que el tiempo diga,
nubes, lluvias y miedos.
Te doy un sueño
en el confín del tiempo y de la aventura
mío, tranquilo y pequeño,
poblado de horizontes y aire sereno,
de aguas verdiazules
y de veleros.
            Me comprometo,
si aceptas hacerlo tuyo,
a llenarlo de palabras
y decirlo a tu oído
mientras buscamos señales
en nuestra ventana,
lentos y abrazados
en el camino tenue
que lleva a la mañana.