Llega siempre igual
el ritmo de lo que escribo,
es siempre igual
la música de mis palabras:
viene del sentimiento,
nace de algún rincón
del desván de mis recuerdos;
sin elaboración,
sin estudios de armonía,
sin pretender
llegar mucho más lejos
que decir una palabra
y devolvérsela al viento
o decirla en voz muy queda
a los que tengo más cerca.
precioso poema, donde nos haces llegar tus palabras traidas por el viento, un besin y muches gracies por compartir tus sentimientos con todos nosotros hechos poesia
ResponderEliminarNo Jorge, no.No siempre es igual, siempre llegan más lejos tus versos.
ResponderEliminarQue pases lindo fin de semana.
Saludos muchos...
Amigo Jorge, esa fuente de musicalidad que te llega de dentro es un tesoro que no debes desaprovechar. La técnica de la poesía quiere concretar esos ritmos, esa musicalidad, en reglas exactas. Pues resulta que esas reglas se cumplen sin esfuerzo teniendo esa musicalidad y ese ritmo. Así que, en mi opinión, debes dejar salir ese torrente de una forma natural, sin preocuparte nada más que de lograr la expresión simultánea de tus ideas y sentimientos. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarNo se que sucede hoy pero en muchos blog coincidis con el tema de las palabras. Las palabras son arma de dos filos pueden hacer mucho bien y mucho mal
ResponderEliminarconsciente e inconscientemente. Yo siempre pienso que las palabras de un poeta sanan.
Un abrazo y gracias por tu amistad.
Bello Jorge, como las palabras que dejas en mi blog. Me encantó que hayas leído el artículo de Amalio. Muy interesante su punto de vista. Y coincido contigo, hay que ser uno mismo, crear su propio ritual.
ResponderEliminarRecibe un abrazo,
Cinzia
El ritmo de tus palabras me gusta mucho y cuando te leo lo hago coincidir con los latidos de mis sentimientos.
ResponderEliminarBello poema Jorge, un abrazo,
Clara
Ese ritmo de las palabras que simplemente escucha los latidos de su corazón, es lo que hace valiosa la pluma de un poeta, en las métricas vacías no se desnuda el alma.
ResponderEliminarHermoso, muy hermoso.
Abrazos de siempre, Jorge.
No es siempre igual, en cada uno dejas un poco de ti, porque salen del alma, porque llegan tus palabras repartiendo sentimientos.
ResponderEliminarMe gusta perderme por aquí, y leerte, aún en silencio.
Un fuerte abrazo.
ni siempre llegan igual, ni nunca son iguales, tus palabras.quiero ser de los que las escuchan, en tu voz queda.
ResponderEliminarabrazo
Tu poema de hoy es, además de una delicia, una estupenda reflexión.
ResponderEliminarMe has recordado Nocturno, uno de los mejores (para mí) poemas de Rafael Alberti
"Cuando tanto se sufre sin sueño y por la sangre
se escucha que transita solamente la rabia,
que en los tuétanos tiembla despabilado el odio
y en las médulas arde continua la venganza,
las palabras entonces no sirven son palabras.
Manifiestos, artículos, comentarios, discursos,
humaredas perdidas, neblinas estampadas,
qué dolor de papeles que ha de barrer el viento,
qué tristeza de tinta que ha de borrar el agua!
Ahora sufro lo pobre, lo mezquino, lo triste,
lo desgraciado y muerto que tiene una garganta
cuando desde el abismo de su idioma quisiera
gritar que no puede por imposible, y calla.
Siento esta noche heridas de muerte las palabras."
Un abrazo.
Y llega Jorge, no veas como llega, la mejor prueba de ello es la ristra de amigos de las letras que por aquí nos tienes siguiéndote...
ResponderEliminarUn abrazo.
Vivencial. Tu ritmo es el ritmo de la vida misma porque tu poesía es vida y la vida es tu poesía. Toda palabra aunque no sea igual, viene del mismo padre.
ResponderEliminarBuen ritmo en tus palabras, que nos llegan con ésa intensidad nacida de tus sentimientos, a veces igual, a veces... más allá, porque la música que le vas poniendo es cada vez mejor, a pesar de ser autodidacta.
ResponderEliminarUn abrazo.