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sábado, 11 de diciembre de 2010

A LA ORILLA DEL MUNDO


            Siempre camino a la orilla
sin que el agua me domine entero,
siempre asciendo a la espalda del mundo
sin mirarle a los ojos al tiempo.
Y quisiera ser
como el brote tierno del árbol que miro,
el color del viento que salta países,
asfalto de carreteras que enseñan el mundo.
Pero sigo siendo
la mirada que mira con pies en la arena
y ve la espuma que viaja encima de la ola
y viaja tan solo un momento.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

EL VIAJE A ÍTACA


El tiempo espera, y es un rumor amargo
de agua, sobre cristales afilados;
buscan los ojos hacia el horizonte
de aire azul prohibido,
ardientes ya de soles viejos,
llorosos de silencios y de lluvia.
Ítaca verde, navegante,
y hermosa como el sueño de muchacha
- sonrisa niña, en su cuerpo puñales –
no será tuya con esta luna.
Imagínala dormida en un claro del cielo,
brumosa tejiendo días con hilos de luz
y guardando nubes para el lecho
del que regresa.
Deberá deshacer cada noche la espera,
muchas noches,
y habrás de navegar días del miedo,
un mar engañoso,
y beber sangre roja como vino
hasta que rompa el destino la madrugada.

lunes, 6 de diciembre de 2010

UN HOMBRE CUALQUIERA


            Yo sé escribir muy bien
las letras de fracaso.
Del que tengo
cuando intento
y no me dejan conseguir.
Del que tengo
cuando no sé hacer,
y cuando acierto a errar.
Del que tengo
cuando me encuentra la tarde
con los brazos cruzados.
Yo sé decir muy bien
las letras de fracaso
y ya aprendí a viajar
junto a ese hombre,
roto e imperfecto,
que se empeña en contestar
siempre por mi nombre.
            Yo sé vivir así
de cualquier modo,
sin esperar
que el día me procure
grandes cosas,
y soñando cada día menos
y más pequeño.
            Y yo sé disfrutar
y hasta volar a veces
aunque tenga que ser
pegado al suelo.
Y ser feliz,
como un hombre cualquiera.

sábado, 4 de diciembre de 2010

EL RITMO DE LO QUE ESCRIBO


            Llega siempre igual
el ritmo de lo que escribo,
es siempre igual
la música de mis palabras:
viene del sentimiento,
nace de algún rincón
del desván de mis recuerdos;
sin elaboración,
sin estudios de armonía,
sin pretender
llegar mucho más lejos
que decir una palabra
y devolvérsela al viento
o decirla en voz muy queda
a los que tengo más cerca.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

GRIS


            La tarde pasa gris por mi pedazo de cielo
sin las nubes que otros días lo ciegan de cosquillas
blancas y de risas azules.
La tarde pasa gris,
olvidada del tiempo de las lluvias
con su repiqueteo menudo y caprichoso
como lances de enamorada.
Pasa gris sin la sonrisa entrañable
de millares de copos de nieve
y sin el granizo de ariscas ráfagas.
Por mi pedazo de cielo pasa gris
la tarde callada y distante,
sola como un tiempo sin vida,
sobre mi miedo a crecer.