El día que tú no estás
-que ya son todos-
lo han convertido en tu cumpleaños.
Si el cielo no existía
ahora lo hacen cada día
con el color de tus ojos.
Cuando se acabe la Tierra
bastará con tus cenizas
para volver a inventarla.
Porque ahora que tú no estás
te has metido en mi tiempo
y en el de todo lo que está vivo.
Ahora que has estado
probablemente un instante muerta
te has convertido en la vida,
en el milagro
de todo lo que respira
y le da vida a mi vida
que todavía está muerta.
Es necesario recordar a las madres, quererlas en vida y no olvidar nunca nuestro amor. Por eso me gusta esta poesía llena de ternura que has escrito. Un saludo cordial.
ResponderEliminarbuenos versos amigo!!, "cuando se acabe la tierra bastará con tus cenizas para volver a inventarla". felicidades. Abrazos
ResponderEliminarHola Jorge, gracias por visitarme y seguirme. Coincido con Claudia (comentario anterior). Un verso hermoso.
ResponderEliminarSaludos y te sigo igual.
Muchas gracias, Fernando, por este comentario y todos los que me haces: son un gran espaldarazo para seguir escribiendo. Un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias, Claudia, por visitarme con frecuencia y hacerme tus comentarios afectuosos. Animan mucho para seguir
ResponderEliminarMuchas gracias, Cinzia, por visitarme, apreciar mis versos y seguirme. Por cierto, me gusta ir a tu blog no sólo por leerte (que ya de por sí merece la pena): es también algo así como viajar desde España al lugar donde nací: un pueblecito llamado Judibana, en la península de Paraguaná
ResponderEliminarComo un día le dije a Claudia, uno opina desde como recibe el mensaje, desde el punto de vista que le da y entiende y hay veces que no es para nada lo que el escritor pretende.
ResponderEliminarMe pareció una hermosa manera de recordar a alguien eternamente, y como Claudia, me quedo con esa parte, resume toda la hermosura del poema.
Mil besos vengo a dejarte.
Reinvertarla cada día, que gran idea !
ResponderEliminarFelicidades, un abrazo.
Es chulísima Jorge!! Pero me pone triste, como madre,...
ResponderEliminarGracias, Mimosa, tanto por el elogioso comentario como por los mil besos, que reitero
ResponderEliminarGracias, Txema. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Susana. A mí tu papel de madre no me pone triste, sino que me emociona (y el de padre de Chini, claro). No digo más
ResponderEliminarGracias
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