Callar es mi costumbre
y vivo de la voz y la palabra.
Callar es mi destino
y no conozco un tiempo sin palabras.
Sólo el mar me da el silencio que habla,
sólo el mar me vacía de mí mismo
y me llena de un rumor
que es suficiente
para callar y oír decir
todas las frases
que quiere pronunciar mi alma.
Es el mar igual a mi silencio,
es el mar el único rincón de paz
en medio del ruido que me embarga.
Tampoco he conocido "...un tiempo sin palabras."
ResponderEliminarSabes llegar al alma.
contar con un interlocutor como el mar, debe ser fascinante.
ResponderEliminarlo intentaré !
abrazos
Estoy contigo,
ResponderEliminares el mar ese rincón
que no necesita palabras.
Me ha encantado.
Besos
Nos encanta, es muy bonita!!
ResponderEliminarPara nosotros la mar, es estar en casa!
El mar, diluye en él todos los sentires, baña cuerpo, mente y alma, regenera nuestra vertiente.
ResponderEliminarEs difícil no enamorarse de él.
Un beso